El vanadio es un metal de transición con una combinación excepcional de resistencia mecánica, estabilidad térmica y resistencia a la corrosión, lo que lo convierte en un elemento esencial en la fabricación de aceros de alta resistencia.
Su capacidad para formar carburos extremadamente duros mejora la resistencia al desgaste en aplicaciones estructurales y en herramientas de corte. Además, el vanadio se emplea en sistemas de almacenamiento de energía, como baterías de flujo redox de vanadio, debido a su estabilidad electroquímica y alta densidad energética.
En aplicaciones aeroespaciales y biomédicas, sus aleaciones con titanio permiten la fabricación de estructuras livianas con excelente resistencia mecánica.