El germanio es un metaloide con propiedades semiconductoras, clave en la fabricación de transistores, células solares de alta eficiencia y fibras ópticas. Su transparencia en el espectro infrarrojo lo hace ideal para aplicaciones en óptica avanzada, sensores térmicos y sistemas de visión nocturna. También es utilizado en la síntesis de catalizadores en la industria petroquímica.