El dióxido de titanio (TiO₂) es un compuesto ampliamente utilizado en la industria de recubrimientos y pigmentos por su alta reflectancia y estabilidad química. Su capacidad de absorber y dispersar la luz ultravioleta lo hace esencial en protectores solares y filtros ópticos. En la industria de materiales avanzados, el TiO₂ se emplea en celdas solares, fotocatálisis ambiental y recubrimientos autolimpiantes debido a su capacidad de descomposición de contaminantes bajo luz UV.